La historia de Bruma. Capítulo 1

Os voy a contar una historia muy bonita y muy dura a la vez, además es una historia que va a tener muchos capítulos y que espero tenga un final feliz, de los que gustan a todo el mundo.

Hace aproximadamente dos años inicié la aventura de formar una familia. Conseguir un piso de segunda mano destartalado que hemos reformado con nuestras propias manos, adoptar y acoger a Bandida (una gata de unos 9 años mimosa), pero nos faltaba algo, un perrete.

Al tener una gata no se podía meter a cualquier perro y los cachorritos los quiere adoptar todo el mundo, así que empezó la búsqueda de el nuevo miembro de la familia. Buscamos en protectoras, asociaciones y un día tropecé con un vídeo de una asociación llamada “O legado de Max” de una perra sin una pata comiéndose a besos a un gatito de apenas dos semanas.

Empecé a seguir las publicaciones sobre esa perra y casi fué amor a primera vista, asi que lo hablamos y decidimos intentar darle una oportunidad a la perra que hacia de mamá con los gatetes.

Bruma por lo poco que sabemos de ella, tuvo un pasado muy duro, tan duro que apareció una mañana entre la Bruma de un bosque gallego, delgada y asustada, tan asustada que cuando detectaba un coche o un humano a mas de cien metros, la perra escapaba.

Una mañana una chica de la asociación logró hacerle una foto en la distancia y ahí se encontraron no solo con una perra en el bosque, si no con una perra que tenia la pata delantera colgando. La parte que no conté aún es que Bruma es una grifón Nivernés, una raza que se usa para cazar jabalí.

Empezaron a darle comida siempre en el mismo sitio y le pusieron una caseta y después de un mes, un mes con una pata colgando (literalmente) lograron capturarla para ponerla a salvo. Desgraciadamente después de mucho pelear, su pata no se pudo salvar y hubo que amputar una parte.

Rosa, una chica que colabora con “O legado de Max” acogió a Bruma durante todos estos meses de recuperación, pero lo único bueno que ha conocido nuestra protagonista es Rosa. Tiene miedo a ruidos extraños, pero sobre todo a nosotros, los humanos.

Durante un mes y medio fuimos cada fin de semana, cada día libre junto a Rosa hasta lograr que Bruma confiase en nosotras. Gruñidos, rabo entre las piernas, huidas... Pero a base de paciencia lo logramos. Bruma ya confiaba en nosotras.

Su pata no le impide correr, ni le impide jugar, de hecho se le va a poner una protesis para que su columna y sus extremidades buenas no se lesionen, pero ella es una perrita con una vida normal. No que le impide ser feliz es su miedo, miedo a volver a ser abandonada, a una caricia que no sabia a sus tres años lo que era, miedo a los ruidos de un pueblo, miedo a cualquier bípedo que la pudiese abandonar con un enorme dolor y sufrimiento en un monte. Eso es lo que impide o impedía que Bruma fuese feliz.

Bruma es feliz con otros animales, da igual que sean perros, gatos o conejos, ella muestra toda su ternura con ellos, incluso con nuestra celosa gata Bandida, que la ha aceptado en su terroritorio, aunque de vez en cuando le riñe un poco o se cela por tener que compartir “sus humanas”, Bruma no le roba la comida, no se cela si está encima nuestra, ella cuida de la gata.

El próximo día os contaré como fué su primer día con nosotras y como cada día, va perdiendo ese miedo que para muchos es irracional, para mi es un síntoma de que es una luchadora nata, una superviviente que ha estado como mínimo un mes vagando sola lesionada, saliendo con vida y con ganas de tener una familia.

Os dejo un enlace con una foto de la campeona

https://pixel.nogafam.es/p/Buahnena/360089796784255202

#adopta #bruma #grifón #abandono