La revolución
Las hormonas revolucionan guillotinemos sin miramientos las cadenas opresoras del absolutismo de nuestros cuerpos
Que caiga esa nobleza acaparadora de nuestros sueños Que ardan nuestras iglesias comiéndonos a besos
Arranquemos a mordiscos nuestros ropajes nuestros vestidos que no habrá Bastilla que detenga lo que la rewolución ha unido.